¡Qué gusto que estés de regreso Financer!
Seguramente te ha tocado ver páginas en redes sociales que ofrecen préstamos con la promesa de que no investigan tu situación ante el buró de crédito, que te resuelven en menos de 24 horas y bueno, prácticamente los requisitos son nulos.
Pues bien, te explico, se les llama préstamos inmediatos o rápidos, y son una herramienta financiera que permite conseguir dinero de manera urgente, sin dar muchas explicaciones y sin prácticamente salir de casa. Se trata de un tipo de producto que es interesante cuando se necesita dinero urgente.
Aunque debes tomar en cuenta que en la mayoría de los casos, el monto que te prestan es de máximo $10,000 y los intereses son altísimos, muy bello para ser verdad, ¿no? Al ofrecer soluciones tan rápidas, también se aseguran de que las ganancias por ese dinero que te sacó de un apuro, sean altas.
Con esto en mente, aquí tienes las características principales de los préstamos rápidos:
- El trámite es de carácter urgente y en 24 horas o menos tienes el dinero en tu cuenta. Eso sin duda es un gran beneficio frente a otro tipo de préstamos.
- Las cantidades son más pequeñas que las de los préstamos personales. No suelen superar los $10,000 y si llegan a hacerlo, es un hecho que los intereses serán muy altos.
- Apenas piden documentación. Dado que la cantidad es pequeña, simplemente se pide acreditar la mayoría de edad, un comprobante de domicilio y una cuenta corriente para hacer el ingreso.
Ahora bien, ¿en qué casos recomiendo hacer uso de este tipo de préstamos?, son ideales para las personas que no tienen mucha solvencia o que no pueden conseguir un préstamo convencional. Por lo que puede ser una perfecta alternativa en estos casos, sobre todo cuando se necesita un extra de liquidez y no hay otra forma de conseguir ese dinero. Pero es importante tener en cuenta los intereses, para que sean justos, en la medida de lo posible.
Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas con los préstamos inmediatos y para ser justos, te voy a compartir tres peligros al solicitar esta herramienta financiera.
- Las penalizaciones son brutales. Si te llegas a atrasar con los pagos, los intereses podrían elevarse hasta más del 50%.
- Las condiciones de sus letras pequeñas. La poca transparencia es otra de las particularidades de los créditos rápidos, lee todo a detalle antes de firmar algo.
- Plazos de pago muy reducidos. Si al final se cierra la operación, hay que tener en cuenta que los préstamos rápidos tienen un tiempo de devolución muy corto, incluso inferior a 45 días. Por eso, antes, cerciórate de poder pagarlo.
Ya lo sabes Financer, si estás pensando en solicitar un préstamo rápido, te recomiendo que primero busques otras opciones y si decides irte por esta herramienta, pon mucha atención a las letras chiquitas, saca bien tus cuentas y asegúrate de que podrás pagar en el tiempo estipulado.
Soy Mel Ibarra, tu asesora de finanzas y estoy aquí para ayudarte a proyectar tu futuro económico.
¡Hasta la próxima!
